El mar y sus orillas

Ginés Alejandro Cervantes

El pueblo

Un pueblo fantasmal,
como de Rulfo,
despierta y se estremece
al soplo de poniente.

Alza la arena
por todas las arterias
de sus calles
que rugen resoplando,
como un cuerno de mar.

La madre observa
detrás de la ventana
el viento que se
ovilla, las nubes pasajeras
que dibujan sombras
fugaces sobre
las casas blancas.

Algo musita
con la voz temblada.

Se sienta
como un fardo
desplomado.

De sus ojos sin luz
brota una lágrima.

Ginés Alejandro Cervantes publica su primer libro de poemas. El pintor decano de las artes plásticas almerienses cambia su medio de expresión por un instante, pero no cede en su calidad, emoción e intensidad poética.
Cabo de Gata, un pueblo cuya atmósfera y personajes enhebran la obra por completo, aparece como el elemento principal. Allí se dan cita situaciones, pérdidas y encuentros que conforman la luz y el dolor de la vida.
Un lugar desolado y a la vez un refugio donde alcanzar el mar y todas sus orillas. Un libro que, como no podía ser de otro modo, está dedicado a su hijo Antonio.